Malas Pasiones
Por: Eugenio J. Gómez Parra, 33° I:. P:. H:. Eugenio J. Gómez Parra, 33° Es apenas concebible que espíritus relativamente disciplinados por la vida social apacienten pasiones tan bajas como el rencor y la envidia; que sean incapaces de perdonar, y tan menguados que sientan pesadumbre por el bienestar y la capacidad ajenos. Ambas pasiones, como la no menos obnubilante del odio, son el reconocimiento inconsciente de la inferioridad personal. Al inferior se le conmisera; al desdichado se le compadece; al insignificante se le desprecia, pero al que nos supera, al que exhibe capacidades superiores se le admira y acata, o se le odia y envidia. Quien es incapaz de perdonar y se tortura con el recuerdo lacerante de la ofensa está ayuno de nobleza… El odio es quizás, una pasión altiva, aunque estigma de primitivismo pasional. Por odios políticos combaten los partidos; por odios raciales se despedazan los pueblos; por odios emotivos se matan los hombres. En todas esas manifest